DOS REINOS: EL ASALTO. PARTIDA ABIERTA. 18-12-16
por LOBO- el Vie Nov 18, 2016 4:48 am
Partida patrocinada por www.vulcanairsoft.com.
Segunda parte de la Triología de "Dos Reinos".
El misterioso agente, sigue contándole al periodista Frank Wolf, unos terribles sucesos, acaecidos en Rusia, que las autoridades rusas con ayuda de la adnministración norteamericana taparon para evitar una tercera guerra mundial:
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Eran las tres de la madrugada cuando miré el reloj. El hombre de la barra nos miraba con cara de querer irse a casa. Me quedé en silencio, asustado después de escuchar lo relatado sobre el secuestro del presidente Yuri Vasíliev y sobre todo, saber que un virus letal estaba en manos de un loco. Mientras Nerón (Así quería que le llamase cuando ocurrió lo de Afganistán. La sonrisa siempre se me escapaba cada vez que le llamaba por su nombre en clave) se levantaba de la silla para pedir otro refresco, instintivamente miré a la ca
lle… no había nadie. Se volvió a sentar con otra Coca-Cola en la mano y me preguntó si esperaba a alguien, mientras dirigía sus ojos a la calle. “No” le dije “No te preocupes, ya vigilo yo” me contestó. Cuando echó un trago al refresco, vi la culata de una pistola al levantar el botellín, y eso me puso más nervioso. “No te asustes, ya tendrás tiempo de tener miedo” me dijo. Y siguió relatándome más detalles de la operación “Dos reinos”:
13 de Junio. 1:23 AM.
Tras el fracasado secuestro del presidente, el líder ultra Dionushkin consiguió escapar en helicóptero hasta un aeropuerto oculto cercano. A medida que se alejaba de las instalaciones, con los dientes apretados no paró de maldecir y decir:
--- ¡Estallad, estallad maldita sea! Apretaba los puños con tal fuerza, que las uñas empezaron a clavarse en la carne. Pero no sucedió nada.
--- Esos bastardos han desactivado las bombas, ¡¡¡¡Cabrones!!!! Pero esto no acaba aquí, no señor --- Mascullaba cada palabra que decía, mientras observaba con mirada fracasada, lo resplandores de las pequeñas explosiones y ráfagas de armas automáticas, a través de algunas ventanas de los edificios y calles de los laboratorios militares. Muchos de sus fieles, estaban muriendo pos la causa.
--- Vladimir no sueltes el maletín--- Le ordenó a su lugarteniente--- Van a pagar caro esta traición. Perros. Los muy cobardes han tenido que pedir ayuda a los americanos. Juro que vengaré a nuestros hermanos caídos.
Aeropuerto de Vladivostok. 4:30 PM.
El Jet privado, tras tomar tierra, se dirige a un hangar, custodiado por varios vehículos blindados y soldados rebeldes. La Federación Rusa ha declarado traidores a la facción del ejército que todavía sigue al líder ultranacionalista. Rusia está dividida en dos.
Una limusina negra con cristales ahumados, espera al pie de la escalerilla con la puerta abierta, sujeta por el chofer. Tras bajar por la escalerilla del avión, con cara preocupada, Dmitri Dionushkin toma asiento, seguido de su lugarteniente por la otra puerta trasera, el cual porta un maletín extraño con el símbolo de alerta biológica, pegada en la tapa. Antes de sentarse, entrega el maletín a un spetsnaz rebelde, que lo lleva a un blindado. La limusina se pone en marcha ocupando el centro de la columna de vehículos blindados, los cuales se dirigen a una fortaleza a orillas del pacífico. Los músculos de la cara de Dmitri no terminan de relajarse a pesar de estar ya en zona segura:
--- Vladimir comunícate con la fortaleza y di que llamen a todos. Tenemos que reunirlos para continuar con el plan. Ah! Y avisa a los científicos que llevamos el virus.
Mientras dice esto, observa por su ventanilla como un MI-28Neh cada vez se acerca más a la altura de su vehículo.
--- Dile al piloto de ese helicóptero que se aleje un poco, vuela demasiado cerca y bajo. --- Le dice al escolta que está al lado del conductor.
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La columna se detiene.
--- ¿Qué sucede? ¿Por qué nos detenemos? Pregunta el lugarteniente. Vladimir observa como el MI-28Neh se detiene también a pocos metros del suelo mirando hacia él. Cuando se da cuenta de lo que va a suceder, echa mano a la manilla de la puerta, pero una ráfaga del cañón de treinta milímetros impacta contra la limusina, dejándola como un queso de gruyere. Los blindados ni siquiera se molestan en apuntar hacia el helicóptero. Uno de ellos empuja la limusina ardiendo a la cuneta, y continúan su camino mientras el que porta el maletín llama por radio:
--- Comandante, tenemos el maletín y Dionushkin ha sido eliminado.
--- Bien, no admitimos fracasos. Ven lo antes posible, tenemos que armar los misiles con el virus.
La columna se aleja hacia la fortaleza, dejando atrás la negra columna de humo en la cuneta.
La fortaleza. 5:00 PM.
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Piótr Morchenko observa desde una atalaya de la fortaleza, la llegada de la columna con el preciado botín. A su espalda se acerca un oficial rebelde de las fuerzas especiales:
--- Señor ya han llegado. Dionushki ha muerto.
--- Perfecto, no podemos permitirnos ningún fallo. La muerte de Dionushki servirá de aviso al resto. Diles que la reunión se hará en cinco minutos.
--- A la orden.
La fortaleza es un complejo militar, a las afueras de Vladivostok, a orilla del Pacífico, construida durante la guerra ruso-japonesa y que hoy en día hace de controladora de los silos nucleares, que apuntan a la costa oeste de Estados Unidos y Japón.
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Todos están atentos a su comandante. Es el único que no se ha rendido y que continúa con la causa. Rusia está en peligro y hay que salvarla, aún a costa de destruir millones vidas:
--- ¡¡¡Soldados patriotas!!! Grita el general Piótr Morchenco, rodeado de sus hombres en el ancho patio de armas, subido sobre unas cajas de munición. Estamos solos. Todos los que nos apoyaban, están muertos o nos han vendido al enemigo. Tras el fracaso de quitar de en medio al presidente traidor. El pánico se ha apoderado de los políticos y militares que nos apoyaban y que se hacían llamar “Los salvadores de nuestra madre tierra rusa”. ¡¡¡Perros traidores!!! Eso es lo que son. Pero nosotros no vamos a abandonar. Nuestro honor y nuestra patria nos obligan a continuar con esta causa. Van a venir a por nosotros pero, les tenemos una sorpresa guardada. Primero se sorprenderán y después, llorarán cuando vean nuestros misiles surcar el cielo. La muerte no les llegará con una gran explosión nuclear, sino, poco a poco. Se ahogarán en su propia sangre. Verán cómo sus hijos, sus mujeres, sus familias y amigos, mueren sin poder hacer nada. Ese será el precio que pagarán por el sufrimiento que están causando a nuestra patria.
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--- Abrid bien los ojos. Nos van a echar encima lo mejor que tienen. De hecho el rescate del traidor de Yuri, fue realizado por las fuerzas especiales americanas. Pero nosotros somos mejores y estamos en una fortaleza inexpugnable. Les vamos a causar, tal cantidad de bajas que...¡¡¡ Les vamos a quitar las ganas de volver a pisar nuestra tierra sagrada!!! Y cuando vean que nuestro lanzamiento de los misiles ha sido un éxito, los traidores que nos han abandonado nos suplicarán clemencia cuando pisemos el Kremlin. Ahora… ¡¡¡Todos a sus puestos!!! Tenemos una misión que cumplir.
Después de la arenga, mientras el general Piótr se dirige al corazón de la fortaleza, donde está situado su cuartel general, su segundo le acompaña a su derecha. El general antes de entrar en la fortaleza se detiene y se dirige a su comandante:
--- Comandante Zhirinovsky.
--- General.
--- Que introduzcan cuanto antes el virus en las cabezas de tres misiles balísticos.
Hay que lanzarlos ya.
--- ¿Vamos a morir todos? Pregunta su segundo mientras éste siente un sudor frío en la espalda.
--- Zhirinovsky, tenemos que aguantar hasta lanzar los misiles, si para entonces seguimos vivos, habremos ganado. Todo sea por la causa.
En el mismo instante en que se disuelven las filas de los spetsnaz rebeldes para ocupar sus puestos de combate, entre la falsa confusión, un capitán, a la sombra de un muro, coge un cigarrillo y se lo coloca en los labios. Mete la mano en un bolsillo del pantalón para coger el encendedor. Cuando aparece la pequeña llama, un transmisor oculto en el mechero, comienza a funcionar. La señal está enviada.
Mar del Japón. 5:05 PM
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A 1600 pies bajo el mar, dos submarinos de la clase DDS están a muy pocos kilómetros de la fortaleza rebelde:
---Capitán. Acabamos de recibir la señal.
--- Bien. Diga a los SEALS que se preparen. No podemos perder tiempo.
--- Señor...---Dice el teniente con voz preocupada.
--- Diga teniente.
--- ¿Es tan mortal como dicen ese virus?
--- Lo probaron en una aldea de Afganistán durante la ocupación rusa. Sólo soltaron una probeta del virus y en cuestión de minutos, la población de la aldea se volvió loca, matándose entre ellos, y lo pocos que sobrevivieron después de la lucha, en unas dos horas murieron.--- Responde el capitán.
--- Hay que detenerlos como sea--- La imagen de su mujer y su hijo despidiéndose desde el porche de su casa en San Francisco, le viene a su memoria.
--- Es lo que vamos a hacer. De la orden.
--- Señor, sí señor. El teniente saluda mientras se pone en posición de firmes, gira sobre sus talones dando media vuelta y se dirige al camarote de los SEAL.
La Casa Blanca. Washington D.C. 2:05 AM del mismo día.
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--- Señor presidente, hemos recibido la señal. Los rebeldes tienen el virus y lo van a introducir en los misiles balísticos. Si consiguen lanzarlos va a ser imposible detenerlos todos.
--- ¿Están preparados nuestros chicos?
--- Sí señor presidente. Los SEALS deben de estar a punto de salir de los DDS en sus mini-submarinos. En tierra tomarán contacto con los grupos ALFA rusos.
--- Bien, manténgame informado. Creo que esta noche no vamos a dormir.
El almirante Gary Roughead saluda marcialmente y se retira con su ayudante.
El presidente mira a su secretario de defensa:
--- Recemos porque salga todo bien. Esperemos que Dios esté de nuestra parte como hasta hora.
Mar del Japón. 5: 30 PM. Submarino USS Dallas. DDS tipo Los Angeles.
--- Bien muchachos, revisad las bombonas, los relojes y el resto del equipo. La fase dos de operación “DOS REINOS” está en marcha, al anochecer saldremos hacia la costa y nos uniremos a nuestros colegas rusos.
--- ¿Son de fiar Teniente?--- Dice el cabo Edward.
--- Son los del grupo ALFA. De lo mejorcito del ejército ruso, y fieles al actual presidente--- Comenta el marinero Sanches sin disimular un tono de admiración y respeto.
--- Caballeros, hagamos nuestro trabajo. Es lo que importa. Tenemos que detener a esos locos antes de que lancen los misiles. Todos al DDS, el equipo SEAL del capitán
Smith está esperándonos en el otro submarino.
Los dos equipos SEALS salen de los submarinos en dirección a la costa. El peligro es extremo, pues algunas patrulleras rebeldes navegan muy cerca de la fortaleza. El marinero de una de ellas, desde su puesto de vigilancia cree ver unas burbujas e inmediatamente se lo comunica a su capitán. Este ordena al timonel que se dirija hacia la zona de las pompas. Los cuatro minisubmarinos observan como la panza de la patrullera se aproxima. Los DDS se posan en el fondo. La lancha comienza a dar vueltas en círculos, cada vez más grandes a baja velocidad. Los buceadores miran hacia arriba, mientras los rezos comienzan a aflorar en las mentes de los preparados guerreros acuáticos. Tras parada unos pocos minutos, la patrullera comienza a alejarse y los DDS se levantan del suelo, para continuar su navegación submarina hacia la orilla acantilada. Como fantasmas emergen apuntando sus armas en todas direcciones. Pero los buceadores se llevan una desagradable sorpresa cuando notan cómo unos AK les están apuntando…
---- ¡¡¡No disparen, son los SEALS!!! Dijo el comandante del grupo antiterrorista ALFA que les esperaban.
Mientras los mejores marineros de la armada americana se quitaban las aletas y gafas de buceo, el comandante Kalinim del grupo ALFA se acercó `presuroso y estrechó la mano del capitán Smith efusivamente tras el saludo militar:
--- Estamos preparados. Esperaremos al amanecer y atacaremos con el sol a la espalda.
--- OK. Mientras tanto repasaremos el asalto.
Los SEALS ya estaban preparados con el equipo de combate.
--- ¿Y el topo?
--- Tenemos que rescatarle vivo. Es un agente de la CIA. Es el que sabe los códigos para inutilizar los misiles. Responderá sólo a su nombre clave--- Dijo el capitán Smith.
--- Tiene que ser muy bueno para no ser aun detectado. ¿Cuál es su nombre en clave?
--- Nerón.
Los dos se miran…tienen que hacer verdaderos esfuerzos por no romper a carcajadas.
Los marineros de élite esconden sus equipos de submarinistas y se unen a sus aliados para vigilar la fortaleza hasta la hora del asalto. Muchos saben que no van a regresar.
La Fortaleza. 5:45 PM.
--- General Morchenco, los misiles están armados con el virus y listos para ser lanzados.
--- Pues láncenlos ahora mismo, no hay tiempo que perder, nos han avisado las patrulleras costeras de la presencia de submarinos, así que probablemente tengamos un ataque en breve, alerte a las tropas.
--- General... Hay un problema.
--- ¿Cuál?
--- Los códigos de lanzamiento. Han desaparecido. Alguien los ha robado de la caja de seguridad.
--- ¿¿QUÉ?? ¿CÓMO ES POSIBLE? ¿QUIÉN ES EL RESPONSABLE DE LA SEGURIDAD DE LOS CÓDIGOS? ¡¡¡QUIERO SU CABEZA!!! ¡¡¡LITERALMENTE!!!
--- No se preocupe encontraremos al traidor y los códigos.
--- ESO ESPERO, POR EL BIEN DE TODOS.
El general tiene la cara desencajada. Su ayudante cree que le va a dar un ataque al corazón.
--- Ahora tenemos que aguantar el ataque sin más remedio. Coja la cepa del virus y sáquela de aquí con la mayor discreción. No tiene que caer en manos americanas o de los traidores--- Dice más calmado, tras una breve pausa.
--- A la orden mi general.
--- Tenga cuidado. Por si no nos volvemos a ver, ya sabe cual es el plan si este falla.
--- Sí general. Descuide. No fallaré. No tema, nos volveremos a encontrar.
--- Suerte.
--- Igualmente general.
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Tras el saludo marcial el ayudante del general da media vuelta y cierra la puerta a su espalda. Ahora el triunfo de la causa depende de encontrar los códigos, o huir con el virus. El comandante Kalinim da órdenes de encontrar al traidor y al responsable de la seguridad de los códigos para que los ejecuten ipso facto. Después, llama por la emisora a su grupo de escolta y les dice que vayan preparando la huida con la cepa del virus.
Mientras, los soldados corren en todas direcciones por las instalaciones, pertrechándose, municionando las ametralladoras pesadas, morteros y RPGs para rechazar el ataque inminente y ganar tiempo para encontrar los códigos. Va a ser una dura batalla.
JUGADORES:
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Segunda parte de la Triología de "Dos Reinos".
El misterioso agente, sigue contándole al periodista Frank Wolf, unos terribles sucesos, acaecidos en Rusia, que las autoridades rusas con ayuda de la adnministración norteamericana taparon para evitar una tercera guerra mundial:
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Eran las tres de la madrugada cuando miré el reloj. El hombre de la barra nos miraba con cara de querer irse a casa. Me quedé en silencio, asustado después de escuchar lo relatado sobre el secuestro del presidente Yuri Vasíliev y sobre todo, saber que un virus letal estaba en manos de un loco. Mientras Nerón (Así quería que le llamase cuando ocurrió lo de Afganistán. La sonrisa siempre se me escapaba cada vez que le llamaba por su nombre en clave) se levantaba de la silla para pedir otro refresco, instintivamente miré a la ca
lle… no había nadie. Se volvió a sentar con otra Coca-Cola en la mano y me preguntó si esperaba a alguien, mientras dirigía sus ojos a la calle. “No” le dije “No te preocupes, ya vigilo yo” me contestó. Cuando echó un trago al refresco, vi la culata de una pistola al levantar el botellín, y eso me puso más nervioso. “No te asustes, ya tendrás tiempo de tener miedo” me dijo. Y siguió relatándome más detalles de la operación “Dos reinos”:
13 de Junio. 1:23 AM.
Tras el fracasado secuestro del presidente, el líder ultra Dionushkin consiguió escapar en helicóptero hasta un aeropuerto oculto cercano. A medida que se alejaba de las instalaciones, con los dientes apretados no paró de maldecir y decir:
--- ¡Estallad, estallad maldita sea! Apretaba los puños con tal fuerza, que las uñas empezaron a clavarse en la carne. Pero no sucedió nada.
--- Esos bastardos han desactivado las bombas, ¡¡¡¡Cabrones!!!! Pero esto no acaba aquí, no señor --- Mascullaba cada palabra que decía, mientras observaba con mirada fracasada, lo resplandores de las pequeñas explosiones y ráfagas de armas automáticas, a través de algunas ventanas de los edificios y calles de los laboratorios militares. Muchos de sus fieles, estaban muriendo pos la causa.
--- Vladimir no sueltes el maletín--- Le ordenó a su lugarteniente--- Van a pagar caro esta traición. Perros. Los muy cobardes han tenido que pedir ayuda a los americanos. Juro que vengaré a nuestros hermanos caídos.
Aeropuerto de Vladivostok. 4:30 PM.
El Jet privado, tras tomar tierra, se dirige a un hangar, custodiado por varios vehículos blindados y soldados rebeldes. La Federación Rusa ha declarado traidores a la facción del ejército que todavía sigue al líder ultranacionalista. Rusia está dividida en dos.
Una limusina negra con cristales ahumados, espera al pie de la escalerilla con la puerta abierta, sujeta por el chofer. Tras bajar por la escalerilla del avión, con cara preocupada, Dmitri Dionushkin toma asiento, seguido de su lugarteniente por la otra puerta trasera, el cual porta un maletín extraño con el símbolo de alerta biológica, pegada en la tapa. Antes de sentarse, entrega el maletín a un spetsnaz rebelde, que lo lleva a un blindado. La limusina se pone en marcha ocupando el centro de la columna de vehículos blindados, los cuales se dirigen a una fortaleza a orillas del pacífico. Los músculos de la cara de Dmitri no terminan de relajarse a pesar de estar ya en zona segura:
--- Vladimir comunícate con la fortaleza y di que llamen a todos. Tenemos que reunirlos para continuar con el plan. Ah! Y avisa a los científicos que llevamos el virus.
Mientras dice esto, observa por su ventanilla como un MI-28Neh cada vez se acerca más a la altura de su vehículo.
--- Dile al piloto de ese helicóptero que se aleje un poco, vuela demasiado cerca y bajo. --- Le dice al escolta que está al lado del conductor.
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La columna se detiene.
--- ¿Qué sucede? ¿Por qué nos detenemos? Pregunta el lugarteniente. Vladimir observa como el MI-28Neh se detiene también a pocos metros del suelo mirando hacia él. Cuando se da cuenta de lo que va a suceder, echa mano a la manilla de la puerta, pero una ráfaga del cañón de treinta milímetros impacta contra la limusina, dejándola como un queso de gruyere. Los blindados ni siquiera se molestan en apuntar hacia el helicóptero. Uno de ellos empuja la limusina ardiendo a la cuneta, y continúan su camino mientras el que porta el maletín llama por radio:
--- Comandante, tenemos el maletín y Dionushkin ha sido eliminado.
--- Bien, no admitimos fracasos. Ven lo antes posible, tenemos que armar los misiles con el virus.
La columna se aleja hacia la fortaleza, dejando atrás la negra columna de humo en la cuneta.
La fortaleza. 5:00 PM.
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Piótr Morchenko observa desde una atalaya de la fortaleza, la llegada de la columna con el preciado botín. A su espalda se acerca un oficial rebelde de las fuerzas especiales:
--- Señor ya han llegado. Dionushki ha muerto.
--- Perfecto, no podemos permitirnos ningún fallo. La muerte de Dionushki servirá de aviso al resto. Diles que la reunión se hará en cinco minutos.
--- A la orden.
La fortaleza es un complejo militar, a las afueras de Vladivostok, a orilla del Pacífico, construida durante la guerra ruso-japonesa y que hoy en día hace de controladora de los silos nucleares, que apuntan a la costa oeste de Estados Unidos y Japón.
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Todos están atentos a su comandante. Es el único que no se ha rendido y que continúa con la causa. Rusia está en peligro y hay que salvarla, aún a costa de destruir millones vidas:
--- ¡¡¡Soldados patriotas!!! Grita el general Piótr Morchenco, rodeado de sus hombres en el ancho patio de armas, subido sobre unas cajas de munición. Estamos solos. Todos los que nos apoyaban, están muertos o nos han vendido al enemigo. Tras el fracaso de quitar de en medio al presidente traidor. El pánico se ha apoderado de los políticos y militares que nos apoyaban y que se hacían llamar “Los salvadores de nuestra madre tierra rusa”. ¡¡¡Perros traidores!!! Eso es lo que son. Pero nosotros no vamos a abandonar. Nuestro honor y nuestra patria nos obligan a continuar con esta causa. Van a venir a por nosotros pero, les tenemos una sorpresa guardada. Primero se sorprenderán y después, llorarán cuando vean nuestros misiles surcar el cielo. La muerte no les llegará con una gran explosión nuclear, sino, poco a poco. Se ahogarán en su propia sangre. Verán cómo sus hijos, sus mujeres, sus familias y amigos, mueren sin poder hacer nada. Ese será el precio que pagarán por el sufrimiento que están causando a nuestra patria.
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--- Abrid bien los ojos. Nos van a echar encima lo mejor que tienen. De hecho el rescate del traidor de Yuri, fue realizado por las fuerzas especiales americanas. Pero nosotros somos mejores y estamos en una fortaleza inexpugnable. Les vamos a causar, tal cantidad de bajas que...¡¡¡ Les vamos a quitar las ganas de volver a pisar nuestra tierra sagrada!!! Y cuando vean que nuestro lanzamiento de los misiles ha sido un éxito, los traidores que nos han abandonado nos suplicarán clemencia cuando pisemos el Kremlin. Ahora… ¡¡¡Todos a sus puestos!!! Tenemos una misión que cumplir.
Después de la arenga, mientras el general Piótr se dirige al corazón de la fortaleza, donde está situado su cuartel general, su segundo le acompaña a su derecha. El general antes de entrar en la fortaleza se detiene y se dirige a su comandante:
--- Comandante Zhirinovsky.
--- General.
--- Que introduzcan cuanto antes el virus en las cabezas de tres misiles balísticos.
Hay que lanzarlos ya.
--- ¿Vamos a morir todos? Pregunta su segundo mientras éste siente un sudor frío en la espalda.
--- Zhirinovsky, tenemos que aguantar hasta lanzar los misiles, si para entonces seguimos vivos, habremos ganado. Todo sea por la causa.
En el mismo instante en que se disuelven las filas de los spetsnaz rebeldes para ocupar sus puestos de combate, entre la falsa confusión, un capitán, a la sombra de un muro, coge un cigarrillo y se lo coloca en los labios. Mete la mano en un bolsillo del pantalón para coger el encendedor. Cuando aparece la pequeña llama, un transmisor oculto en el mechero, comienza a funcionar. La señal está enviada.
Mar del Japón. 5:05 PM
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A 1600 pies bajo el mar, dos submarinos de la clase DDS están a muy pocos kilómetros de la fortaleza rebelde:
---Capitán. Acabamos de recibir la señal.
--- Bien. Diga a los SEALS que se preparen. No podemos perder tiempo.
--- Señor...---Dice el teniente con voz preocupada.
--- Diga teniente.
--- ¿Es tan mortal como dicen ese virus?
--- Lo probaron en una aldea de Afganistán durante la ocupación rusa. Sólo soltaron una probeta del virus y en cuestión de minutos, la población de la aldea se volvió loca, matándose entre ellos, y lo pocos que sobrevivieron después de la lucha, en unas dos horas murieron.--- Responde el capitán.
--- Hay que detenerlos como sea--- La imagen de su mujer y su hijo despidiéndose desde el porche de su casa en San Francisco, le viene a su memoria.
--- Es lo que vamos a hacer. De la orden.
--- Señor, sí señor. El teniente saluda mientras se pone en posición de firmes, gira sobre sus talones dando media vuelta y se dirige al camarote de los SEAL.
La Casa Blanca. Washington D.C. 2:05 AM del mismo día.
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--- Señor presidente, hemos recibido la señal. Los rebeldes tienen el virus y lo van a introducir en los misiles balísticos. Si consiguen lanzarlos va a ser imposible detenerlos todos.
--- ¿Están preparados nuestros chicos?
--- Sí señor presidente. Los SEALS deben de estar a punto de salir de los DDS en sus mini-submarinos. En tierra tomarán contacto con los grupos ALFA rusos.
--- Bien, manténgame informado. Creo que esta noche no vamos a dormir.
El almirante Gary Roughead saluda marcialmente y se retira con su ayudante.
El presidente mira a su secretario de defensa:
--- Recemos porque salga todo bien. Esperemos que Dios esté de nuestra parte como hasta hora.
Mar del Japón. 5: 30 PM. Submarino USS Dallas. DDS tipo Los Angeles.
--- Bien muchachos, revisad las bombonas, los relojes y el resto del equipo. La fase dos de operación “DOS REINOS” está en marcha, al anochecer saldremos hacia la costa y nos uniremos a nuestros colegas rusos.
--- ¿Son de fiar Teniente?--- Dice el cabo Edward.
--- Son los del grupo ALFA. De lo mejorcito del ejército ruso, y fieles al actual presidente--- Comenta el marinero Sanches sin disimular un tono de admiración y respeto.
--- Caballeros, hagamos nuestro trabajo. Es lo que importa. Tenemos que detener a esos locos antes de que lancen los misiles. Todos al DDS, el equipo SEAL del capitán
Smith está esperándonos en el otro submarino.
Los dos equipos SEALS salen de los submarinos en dirección a la costa. El peligro es extremo, pues algunas patrulleras rebeldes navegan muy cerca de la fortaleza. El marinero de una de ellas, desde su puesto de vigilancia cree ver unas burbujas e inmediatamente se lo comunica a su capitán. Este ordena al timonel que se dirija hacia la zona de las pompas. Los cuatro minisubmarinos observan como la panza de la patrullera se aproxima. Los DDS se posan en el fondo. La lancha comienza a dar vueltas en círculos, cada vez más grandes a baja velocidad. Los buceadores miran hacia arriba, mientras los rezos comienzan a aflorar en las mentes de los preparados guerreros acuáticos. Tras parada unos pocos minutos, la patrullera comienza a alejarse y los DDS se levantan del suelo, para continuar su navegación submarina hacia la orilla acantilada. Como fantasmas emergen apuntando sus armas en todas direcciones. Pero los buceadores se llevan una desagradable sorpresa cuando notan cómo unos AK les están apuntando…
---- ¡¡¡No disparen, son los SEALS!!! Dijo el comandante del grupo antiterrorista ALFA que les esperaban.
Mientras los mejores marineros de la armada americana se quitaban las aletas y gafas de buceo, el comandante Kalinim del grupo ALFA se acercó `presuroso y estrechó la mano del capitán Smith efusivamente tras el saludo militar:
--- Estamos preparados. Esperaremos al amanecer y atacaremos con el sol a la espalda.
--- OK. Mientras tanto repasaremos el asalto.
Los SEALS ya estaban preparados con el equipo de combate.
--- ¿Y el topo?
--- Tenemos que rescatarle vivo. Es un agente de la CIA. Es el que sabe los códigos para inutilizar los misiles. Responderá sólo a su nombre clave--- Dijo el capitán Smith.
--- Tiene que ser muy bueno para no ser aun detectado. ¿Cuál es su nombre en clave?
--- Nerón.
Los dos se miran…tienen que hacer verdaderos esfuerzos por no romper a carcajadas.
Los marineros de élite esconden sus equipos de submarinistas y se unen a sus aliados para vigilar la fortaleza hasta la hora del asalto. Muchos saben que no van a regresar.
La Fortaleza. 5:45 PM.
--- General Morchenco, los misiles están armados con el virus y listos para ser lanzados.
--- Pues láncenlos ahora mismo, no hay tiempo que perder, nos han avisado las patrulleras costeras de la presencia de submarinos, así que probablemente tengamos un ataque en breve, alerte a las tropas.
--- General... Hay un problema.
--- ¿Cuál?
--- Los códigos de lanzamiento. Han desaparecido. Alguien los ha robado de la caja de seguridad.
--- ¿¿QUÉ?? ¿CÓMO ES POSIBLE? ¿QUIÉN ES EL RESPONSABLE DE LA SEGURIDAD DE LOS CÓDIGOS? ¡¡¡QUIERO SU CABEZA!!! ¡¡¡LITERALMENTE!!!
--- No se preocupe encontraremos al traidor y los códigos.
--- ESO ESPERO, POR EL BIEN DE TODOS.
El general tiene la cara desencajada. Su ayudante cree que le va a dar un ataque al corazón.
--- Ahora tenemos que aguantar el ataque sin más remedio. Coja la cepa del virus y sáquela de aquí con la mayor discreción. No tiene que caer en manos americanas o de los traidores--- Dice más calmado, tras una breve pausa.
--- A la orden mi general.
--- Tenga cuidado. Por si no nos volvemos a ver, ya sabe cual es el plan si este falla.
--- Sí general. Descuide. No fallaré. No tema, nos volveremos a encontrar.
--- Suerte.
--- Igualmente general.
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Tras el saludo marcial el ayudante del general da media vuelta y cierra la puerta a su espalda. Ahora el triunfo de la causa depende de encontrar los códigos, o huir con el virus. El comandante Kalinim da órdenes de encontrar al traidor y al responsable de la seguridad de los códigos para que los ejecuten ipso facto. Después, llama por la emisora a su grupo de escolta y les dice que vayan preparando la huida con la cepa del virus.
Mientras, los soldados corren en todas direcciones por las instalaciones, pertrechándose, municionando las ametralladoras pesadas, morteros y RPGs para rechazar el ataque inminente y ganar tiempo para encontrar los códigos. Va a ser una dura batalla.
JUGADORES:
- Moy.
- Cris.
- Rodolfo.
- Chris.
- Lince. Team Devgru Badajoz
- Diablo. Team Devgru Badajoz
- Rasta. Team Devgru Badajoz
- Otori. Team Devgru Badajoz
- Jugador. Uno Alfa.
- Kurgan. Fusilero. Uno Alfa.
- Snake. Fusilero. Uno Alfa.
- Pedro. Fusilero.
- Rafael. Fusilero.
- Rector. Fusilero.
- Morgk. Fusilero.
- Zepe. Fusilero.
- Chistes. Fusilero.
- Sissit.Fusilero.
- Motti. Fusilero.
- Mirlan.
- Moro.
- Bola.
- Ruso. Fusilero.
- Billy el miño. Fusilero.
- Mac. Fusilero. Task Force-4.
- Sicarius. Fusilero. Task Force-4.
- Keriel. Fusilero. Task Force-4.
- Charly. Fusilero. Task Force-4.
- Monzón. Fusilero.
- Amiga de Monzón. Fusilero.
- Jesús. Fusilero.
- Seri. Fusilero.
- Andrés. Fusilero.
- JM. Francotirador. Asociación UAMS.
- Bubu. Francotirador. Asociación UAMS.
- Don Pelayo. Francotirador.
- Juanan. Fusilero. Asociación UAMS
- Encar. Fusilera.
- Alex0008. Fusilero.
- Arapajoe. Fusilero.
-------------------------------------------------------------------------------
TELÉFONO DE CONTACTO O WHATSSAP:
LOBO:649843623.
LOBO:649843623.
PURPLE: 630630193.
La Granja Airsoft
Horario de apertura y cierre de 09:00 a 14:00
A partir del 1 de Mayo quedan prohibidos totalmente cualquier tipo de granada o similar que tengan carácter pirotécnico, incluidas granadas de humo o con cartucho fulminante.
Normativa de La Granja: http://www.lagranjaairsoft.com/t2-normativa-de-obligado-cumplimiento
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